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No podía dejar pasar este día sin escribir lo que me sucedió y la explicación que tengo de todo ello. Camino a las oficinas de mi trabajo que se encuentran en la Ciudad de Mexico, me encontré atorado en el tráfico de uno de los semáforos cercanos a las oficinas, en ese momento reconocí un papalote volando entre los vehículos y la forma en que se movía llamó mi atención, ya que un par de años atrás aprendí a volarlos y ese movimiento fue la manera en que mis recuerdos llenaban mi memoria. No estuve más impresionado que cuando al fin logré ver la cara de alegría que tenía el hombre que vendía los cometas, era una sonrisa pura y llena de gozo, podría jurar que, si él no pudiera vender ninguno de los cometas, sabría que igual el día habría valido la pena.

¿Y qué tiene que ver esto con la Psicología Positiva? La verdad es que mucho, uno de los elementos del bienestar son las emociones positivas, una de las emociones positivas es el gozo, y una manera de cultivar el gozo es mediante la atención plena… estoy de acuerdo, fue mucho y muy rápido. Comencemos por lo último.

La atención plena es una práctica muy conocida que tiene sus orígenes en el budismo, que en la década de los 80s fue traída al continente por el científico Jon Kabat-Zinn quien reconoció su utilidad para la reducción del estrés (Fredrickson, 2009).

“Atención Plena significa poner atención en una forma muy particular: con propósito, en el momento presente y sin prejuicios” (Fredrickson, 2009, pág. 167)

Para llegar a una atención plena de manera constante, hay que ejercitarse todos los días, para ellos se pueden encontrar muchos ejercicios disponibles en internet, es cuestión de tomar 5 minutos al día y tener la intención de llevarlo a cabo. La atención plena nos ayudará a que esos momentos tan fugaces de la vida puedan llenarse de significado y llenen nuestras vidas de emociones positivas, como puede serlo el gozo.

No quisiera ahondar mucho en cuanto a las emociones positivas y el modelo de bienestar, ya que ha sido tema de algunas otras entradas del blog, solo recuerden las 10 emociones positivas de Barbara Fredrickson (Fredrickson, 2009) y el modelo PERMA del Doctor Seligman (Seligman, 2011).

Memories.

I cannot let this day go without writing what happened to me and the explanation I have of all that. On my way to the office that is in Mexico City, I found myself stuck in the traffic of one of the traffic lights really close to the headquarters, at that moment I recognized a kite flying between the vehicles, and the way in which it moved catch my attention completely. it was the same movement that was taught to me couple years ago, and my memory was then full of joy. But, it wasn’t all, I was so impressed when I finally saw the face of the joy that the man who sold the kites had, it was a smile full of happiness, I could swear that, if he does not sell anything, he would know that the day would have been worth it.

What does it have to do with Positive Psychology? Everything. One of the elements of well-being is Positive Emotions, one positive emotion is Joy, and you can cultivate joy through mindfulness. Let’s start with the last one.

Mindfulness is a well-known practice that has its origins in Buddhism, which in the 80s was brought to the continent by the scientist. Jon Kabat-Zinn, he recognized it by being useful for stress treatment (Fredrickson, 2009).

«Mindfulness means paying attention in a particular way: on purpose, in the present moment, and nonjudgmentally» (Fredrickson, 2009, pág. 167)

To be mindful, you have to exercise every day, you can find many exercises available on the Internet, it’s a matter of taking 5 minutes a day and having the intention to carry it out. Mindfulness gives us the chance to recognize those little moments that make us happier, that bring us Joy.

I do not want to go deeply into positive emotions and the model of well-being, which has been the subject of some other blog posts, just please remember the 10 positive emotions by Barbara Fredrickson (Fredrickson, 2009) and the PERMA model by Doctor Seligman (Seligman, 2011).

Referencias/References

Fredrickson, B. (2009). Positivity. Nueva York: Three Rivers Press.

Seligman, M. (2011). Flourish: A New Theory of Positive Psychology. New York: Simon and Schuster.